lunes, 30 de marzo de 2009

Drakenfall

Cápitulo 1


El comienzo del viaje




El frio de la mañana inundaba toda la habitación de Dunius... El joven al notarlo se arropó hasta la cabeza e intentó conseguir un poco de calor, pero no le dió tiempo ya que un joven de piel muy pálida le tiraba la sabana al suelo. Este hombre vestía con una túnica negra que le cubría todo el cuerpo y unas botas pesadas tambien negras. Era Nigroal, el compañero de Dunius.

-¡Vamos vago de mierda!-le dijo el vampiro al chico- Te cuento diez segundos para levantarte o si no te morderé de tal forma que te convertiré en un vampiro sediento de sangre como yo- en ese momento sonrió hasta dejar ver sus dos afilados colmillos.


Dunius sin mucha prisa se desperezó en la cama y lo único que dijo fué...

-Tengo hambre, ¿Hay desayuno?- pregunto arrascandose la cabeza y mirando al vampiro.

-Si, si la hay, en el bosque.

-¿En el bosque?- Dunius miró incredulo a Nigroal- ¿Y las sobras de la cena?

-Me las comí- Dijo Nigroal sonriendo 

-...maldito...- Dunius le echo una mirada de odio- En fin, pasame el arco voy de caza.

Dunius se vistió y cogió su arco y su carcaj y salió de su casa.

El y Nigroal vivían en La Aldea, un pequeño pueblo donde toda la gente se conocía, estaba situado en el propio corazón del bosque Dorado, lugar donde antiguamente se decia que vivieron los primeros hombres de Gea. Dunius era el cazador más joven y experto en millas alrededor, todo el pueblo decía que su talento proviene de su abuelo, el ex-protector del rey que murió hace no mucho tiempo en la batalla contra los Jinetes de las sombras. Nigroal, en parte, es un nuevo ciudadano de La Aldea ya que vino con Dunius de uno de sus muchos viajes por la tierra yerma, apelativo que le ponen los habitantes de La Aldea a todo lugar que está más allá del bosque. A Nigroal lo ven como un joven bastante serio y disciplinado para su edad, tambien lo notan frío en la forma de ser, pero cuando hay niños cerca a Nigroal se le dibuja una sonrisa en la cara y empieza a contarles historias de su tierra natal.Lo que nadie sabe es que Nigroal no es un humano cualquiera, no... El es un vampiro.
Conoció a Dunius en la mitad del bosqe cuando a este le estaba atacando un trol inmundo de la espesura. Sin conocerse pudieron acabar con el trol en un momento ya que los dos eran expertos en lucha. Después de eso, se separaron y se volvieron a enconrtrar en diferentes ocasiones, cada cual mas comprometedora que la otra, y al final de tantos encuentros acabaron por formar un grupo e irse a por aventuras... Eso ocurrió hace 2 años... Después de eso los jinetes de la sombra sembraron el caos en la mayoría de Gea, haciendo que salir de casa sea algo muy peligroso. Pero La Aldea es el único lugar secreto que está protegido de las sombras, ya que ni siquiera las sombras se atreven a entrar en ese lugar, por las antiguas leyendas que se cuentan sobre ese bosque... Todas inciertas. Ese bosque es un bosque como otro cualquiera, con arboles y arbustos, lobos y ardillas, humanos y elfos.. El lugar ideal para oponer resistencia al enemigo...

Dunius se adentró en el bosque eperando poder cazar a algún conejo o cervatillo, ya que el pobre se moría de hambre. Se adentró mucho en la espesura, tanto que la claridad de la mañana se esfumaba por ser los arboles tan espesos. De repente, Dunius se detuvo al oir el ruido de unos pasos... Con el corazón en el puño Dunius preparó silenciosamente su arco para entrar en cualquier momento en acción y espero... espero... espero tanto que sus piernas se durmieron y empezaron a dolerle, pero espero, los pasos se oían alrededor, cada vez más cerca, más cerca... Dunius notío que algo le empujaba al vacio.

.
..
...
-Dunius...Dunius... Despierta hijo...

Dunius entreabrió los ojos al notar que todo a su alrededor estaba muy iluminado... enfrente suya habia una silueta, parecia la de un hombre apoyado en un bastón.

-¡¿Quien eres?!- Gritó Dunius desconcertado y a la vez aterrado.

La silueta fué caminando hacia él.

-Dune... ¿No me recuerdas?-La voz le resultaba muy familiar.

El extraño se acercaba y se acercaba, hasta que al final Dunius pudo apreciar a un viejo con una túnica negra y una espada en el cinto, l hombre le sonrió.

-¿Abuelo?- A Dunius le tembló la voz al decir en nombre de su abuelo.

¿Como podía estar pasando esto? Su abuelo murió 4 años atrás a manos del Señor de los jinetes de las sombras, ¿Como podía estar enfrente de el? 

-No tengo mucho tiempo hijo, el propio Méreklar me ha dado permiso para poder comunicarte la misión que deberás emprender junto a tu compañero Nigroal...

-¿Misión?¿Emprender? Esto debe der ser un sueño...- A Dunius no le cuadraba nada.

El anciano se acercó y posó su mano marcada por la edad encima del joven.

-Dune escuchame, aquí en mi mundo, en el reino de los muertos, Málbator y Mereklar están en guerra.
Todo empezó cuando Málbator logró escapar del vacío y envió del inframundo a los jinetes de las sombras para sembrar el caos en Gea. Mereklar estalló en rabia y fué personalmente a hablar con Málbator. Málbator pactó en dejar el reino de los muertos para volver al vacío, si en un plazo de medio año, todas las sombras son abatidas. Los únicos que podreis salvar al mundo de los vivos y de los muertos sois tú y los elegidos del Zodíaco. Tu eres un elegido Dunius, Tú eres Escorpius y Nigroal tu compañero también es un elegido, es León.Juntos debereis emprender el viaje que consistirá en encontrar a los restantes elegidos y destruir a los jinetes.

Dunius estaba en blanco, no sabía que decir ni que pensar, solo sabía que esto era imposible. Su abuelo se dió cuenta de que su nieto no se lo creía y sonrió.

-Crees que esto es un sueño ¿verdad?- Dijo su abuelo

Dunius movií lentamente la cabeza, asintiendo.

-Jajajaja- Su abuelo se rió- Para que sepas que es verdad, te daré tu arma.- Dijo levantando el brazo hacia el cielo.

De repente, se pudo ver como partículas de luz se unían formando una espada.

-Esta es la espada del elegido de Escorpius, Altair. Esto no es una simple espada, tiene vida, es un alma.
Deberás luchar confiando en ella, pensando en ella fundiendote con ella. No podrás ganar a los jinetes si no crees en Altair... toma.

La espada, con una empuñadura al estilo elfico y una hoja muy reluciente, se elevo y fué a parar a las manos de Dunius. Este notó que la hoja no estaba fría irradiaba calor humano, en el momento en que la tocó fué como si alguien le hubiese tocado las manos.

-Tus demás compañeros se encontrarán sus armas por el camino hacia la lucha contra los jinetes.    Explicales que no son armas corrientes, que son almas de guerreros poderosos difuntos, y que deberán confiar en ellas para ganar. Una última cosa, Los jinetes son también elegidos del Zodíaco oscuro, por lo que habrá un tú maligno, como también habra otros iguales para tus compañeros, debereis vencer cada uno a su correspondiente yo ¿entendido?

Dunius apretó el mango de la espada, asintió decididamente y le dió las graicas a su abuelo.

-Me tengo que marchar ya Dune, estaré velando por tí en el reino de los muertos. Que la gracia de Mereklar te sea concedida.En tu casa estará un pergamino con los nombres de los demás elegidos, cuida ese pergamino, es de vital importancia.

Acto seguido, posó su mano en la cabeza de Dunius y pronunció unas palabras e un idioma que el joven no había oido jamás y de repente, el suelo se agrietó y se desmoronó, haciendo que Dunius volvese a caer al vacío.

.
..
...

-¡Dune! ¡Dune! ¿Estas bien?

Dunius abrió los ojos y lo primero que vió fué unos profundos ojos morados mirandolo con angustia.


Nigroal, le levantó del suelo de un momento, acto erróneo, ya que Dunius volvió a derrumbarse, porque las piernas no le respondía, le estaban tamblando... No se podía creer lo que había sucedido. ¿Su abuelo?¿ Los elegidos del Zodíaco? ¿Mereklar y Málbator? “Imposible, esto solo ha sido un sueño sin sentido, debo dejar la literatura fantástica a un lado”- Pensó Dunius. Pero dejó de pensar que era un sueño cuando apretó la mano derecha.

Tenía una espada, la espada que le había dado su abuelo, Altair, con su hoja resplandeciente aún más en los primeros rayos del alba.

Dunius miró a su amigo vampiro, se levantó de golpe sin apenas sentir nada en las piernas y salió disparado hacia su casa. Abrió la puerta de un gran portazo, y encima de su mesa vió un pergamino enrollado en el centro de la mesa. 

Por detrás venía corriendo Nigroal, sin apenas aliento.

-Dune, ¿Pero que cojones te pasa?-preguntó el vampiro.

-¿Que es ese pergamino?-Dijo Dunius señalando la mesa

-¿Que pergamino?-Nigroal siguió con la mirada al lugar donde su camarada señalaba.-¿Ese?, pues no se, ¿No es tuyo?.

Dunius negó con la cabeza y acto seguido se encaminó hacia el sin decir una palabra.

-¿Y esa espada?¿Es mágica verdad?-preguntó Nigroal.

-Ahora te explico dijo Dunius desenrrollando el pergamino.

Efectivamente, era una lista, una lista donde había 12 nombres con el dibujo de un signo del Zodíaco dibujado al lado de cada uno. Dunius pudo distinguir el suyo el primero.


-Dunius II ( Escorpio)

-Nigroal de Diwerius Cruz (Leo)

-Ahriel Caza (Capricornio)

-Astaroth Wasteland (Aries)

-Sigfridus (Libra)

-Lhy Bolsarenilla de la Luz (Virgo)

-Elibella Valhala (Piscis)

-MoliOrenilom II (Acuario)

-Iduala Solrac (Géminis)

-Ashtena Solrac (Tauro)

-Yandark Karnay (Sagitario)

-Lolithia (Cáncer)



Dunius miró a su compañero con una ligera sonrisa en la cara y dijo:

-Amigo mío, comienza el viaje...

lunes, 19 de enero de 2009

14 de septiembre

Aquella noche...


Él, estaba enamorado de ella, pero no se atrevía a decir nada por temor a la negación...

Ellos dos habían pasado una época bastante dura pero los dos se apoyaron mútuamente hasta que todo cesó. Cuando todo terminó y los problemas desaparecieron, el chico no podía parar de pensar en ella. Desde que un día ella fué a visitarle a su prisión emeritense empezó a mirarle con otros ojos... Ese día, el día en que todo comenzó, nunca se irá de la mente del chico.

Días despues, el seguía ensimismado, estaban la gran parte del día juntos, riendose y divirtiendose junto a sus amigos, por la noche, ella le llamaba al teléfono y hablaban hasta bien entrada la madrugada y cuando terminaban de hablar y se deseaban las buenas noches el chico suspiraba y pensaba en ella.

Cuando no pudo reprimirse más, el le dió un beso, el beso que desencadenaría una relación entre ellos dos que nunca habían experimentado jamás.

Pero había una barrera entre ellos... El, de alguna manera u otra, le había traicionado a ella y ella no sabía nada... Cuando se enteró, el chico no quiso herirle más y pensó en desaparecer... en borrarse del mapa... Pero no podía... ¿Porque? Porque estaba enamorado...

Cuando volvió a verla, con el corazón encogido al pensar que ella le iba a rechazar, vió que ella le sonreía y le abrazaba, cosa que calmó bastante al chaval.

Esa noche, él, muy decidido, fué a hablar con ella, no podía aguantar más lo que sentía y quería decirselo... Le pidió que le siguiera a un lugar un poco apartado en el parque... Y allí el se empezó a poner muy nervioso, tn nervioso que no podía articular palabra... Entonces ella le besó, sabiendo que era lo que el pensaba y cuando sus labios se separaron, se sonrieron mutuamente...

Así empezó mi historia... La historia que ya dura mas de cuatro meses y que espero que dure mucho más...




DUNE